sábado, 28 de junio de 2014

"Versos instantáneos"

Ya no sé qué hacer. Si mis intentos por acercarme solo consiguen que palpe la distancia más de cerca. 
Si mis ojeras delatan las noches en las que mi cabeza no da más que vueltas. 
Si mis reyertas internas entre mente y corazón no terminan por abrir ninguna puerta. 
Ya no sé qué hacer.

Si el placer de amarnos reside en el fruto del árbol prohibido.
 Si el ruido de la ciudad no calla, anestesiando nuestros sentidos. 
Si el gentío que nos rodea se codea con la codicia. 
Y las delicias del jardín hacen de él sitio sombrío.

sábado, 12 de abril de 2014

Poema - "VIDA".

Tras oír su voz todo fue distinto,
el instinto dominó a la razón,
y el corazón cambió de ritmo.

Dicen que no soy el mismo,
puede que sea cierto.
Pero el aire que respiro,
tampoco sustituye a tu aliento.

Acércate lento, acércate.
Siente lo que siento, siéntate.
Escucha como cae la lluvia afuera,
tan solo ámame y dejemos que el tiempo muera.

Que se pudra bajo tierra el más cruel dictador.
Pon remedio a mi guerra interna, alivia el dolor.
Que no hay color que describa la inocencia de tus ojos,
el reflejo de tu mirada, cautiva tras mil cerrojos.

Fabián Sosa





martes, 1 de abril de 2014

Flashback.

A veces siento como un pequeño flashback causado por mis sentidos y que mi subconsciente reconoce por haberlo experimentado antes, es infinitamente efímero, es como una gota de pasado que cohibidamente humedece este desierto, esta sequía emocional. Realmente no sé todavía como definirlo, quizás como un soplo de aire fresco, una ligera brisa que alimente mi ser. Como si un recuerdo se tomase la molestia de venir a visitarme, aunque solo sea por unos segundos y muy de vez en cuando...

Estoy convencido de que esta extraña sensación es capaz de mover montañas. Yo la he sentido, quizás el culpable fue un olor, un perfume, un susurro, una canción, una voz que oí a lo lejos y me recordó a la tuya, el simple hecho de verte cruzar a menos de un metro de distancia de mi, o el no saber reaccionar ante esta situación, quedarme inmóvil, como paralizado ante ese inesperado reencuentro fortuito. A veces el culpable... , a veces no hubo culpable. Quizás ese cúmulo de sensaciones que se esfumó tan rápido como me invadió, no haya sido más que producto de mi necesidad de sentir. Quizás la verdadera culpable sea la falta de afecto, de cariño. Es triste aunque bonito que mi corazón tenga que remontarse de forma precipitada al pasado para recuperar sensaciones y emociones que no siento desde entonces. 

Pero lo cierto, es que no poseo esa capacidad para rescatar antiguos sentimientos del pozo del olvido, es algo tan involuntario y bello, algo tan inoportuno y sorprendente... En su defecto he de admitir que esos dos segundos de gloria son especialmente íntimos pero se despide sin decir adiós, con un sabor amargo que te devuelve al presente azotándote con la decepción de una realidad actual distinta.

 Es extraño como la vida misma, y frustrante no poder dominar esta habilidad de mi cerebro, y más aun el ser incapaz de recordar esa experiencia a pesar de saber lo que era, porque la conozco, pero es como un romance prohibido, inexistente fuera de la ficción y de la clandestinidad de esta realidad.

Supongo que ocurre cuando menos lo esperas y más lo necesitas.
Fabián Sosa.




miércoles, 26 de marzo de 2014

Relato Corto - Rutina

Es otro lunes en el que me levanto de la cama medio dormido sin más motivo aparente para hacerlo que el irritante sonido del despertador. Con los ojos cerrados como si de plomo estuvieran hechos mis párpados, me dirijo hacia el cuarto de baño, arrastrando desganado y casi sin fuerzas las babuchas de andar por casa que ,sobre mis calcetines, mis pies calzan. Tras afrontar el pasillo y avanzar en zig-zag retumbando entre sus paredes, consigo llegar al baño. Intuitivamente y sin abrir los ojos pulso el interruptor, y definitivamente tras un par de segundos y unos destellos intermitentes, se encienden las luces. ¿Acaso conoció el hombre sensación mas desagradable que esta? Como si me estuvieran quemando la retina, frunzo el ceño y fuerte, cierro mis párpados, pero el daño ya esta hecho, no hay vuelta atrás. Así que me dispongo a abrir el grifo con el dubitativo propósito de lavarme la cara, para así quitarme las legañas que me impedían abrir los ojos de forma total.

Tras esta cruel tortura mañanera, pongo al fuego algo de café que sobró del día anterior, cojo una tacita y ahí lo vierto, más por fuera que por dentro, por mi cansancio supongo. Me siento tranquilamente en la mesa de la cocina y sintonizo una cadena aleatoria en la radio. Entre injusticias y genocidios me tomo el desayuno.
Sin más preámbulos me visto, me lavo los dientes y con mochila al hombro salgo por la puerta. Abandono mi hogar con el único deseo de que el día pase rápido para regresar a casa lo antes posible.

martes, 25 de marzo de 2014

Poema - Aquel banco.

Aquel banco añora nuestras horas amando,
Y la aurora sigue soñando con despertarnos compartiendo sábanas.
Pero la mañana ya no es como esperaba,
Y las noches se me hacen demasiado largas.

Sin embargo, sé que nada será como antes.
Y que probablemente no volvamos a estar juntos
Mas necesito sentirte pronto,
Antes de que sea demasiado tarde.

A día de hoy quedas lejos en la memoria
Pero reciente en el corazón,
A veces siento que la ciudad me odia
Por eso me escondo tras mi armazón.

Y no hay razón que excuse tu olvido,
Aunque ya ni escuecen las heridas,
Otro día dándome de ostias contra la vida
Si bien el amor decidió no contar conmigo.

Pero iluso, riego las flores marchitas
por si deciden brotar de nuevo,
Como querer que las cenizas vuelvan a ser fuego.
Como el amor a primera vista, entre dos ciegos.

Poema - Resiste.

Otra noche me vuelvo a la cama sin nadie que me ame,
Solo una razón dame, o te quiero, dime.
Algo que me haga olvidar este mundo por un instante,
Tan solo ayúdame a no rendirme.

Y quizás más lagrimas no derrame,
Y quizás me dé más igual si el sistema nos oprime.
Tan solo quiero verte sentirme.
Tan solo quiero encontrarme.

Pero algo falla, y dejo que todo fluya,
mas la vida solo me devuelve fallos,
Quiero sentir tus besos por mi cuello,
Que tú seas mía, que yo sea tuyo.

Quiero oír cada mañana tus murmullos
Quiero verte medio desnuda por mi pasillo,
Es sencillo, lo mío tuyo, lo tuyo mío.

Pero tendré que aceptar que lejos quedaste,
Y dejar sin respuesta, el ¿por qué te fuiste?
Encantado te enseñaría a amar
Pero como Cuba y Venezuela, tu corazón resiste.

                                                                                          Fabián Sosa.

                       

Poema - Dolido.

Dolido por el silencio de un amor inviable.
Amor callado, cruel e impotente.
Calce mis zapatos, sepa así lo que se siente.
Antes de que reviente ante este sabor desagradable.

Antes de que me embarguen los arrepentimientos y los reproches.
Antes de que mi paciencia toque techo.
Y así vivo, conformado con dormirme otra noche,
imaginando que mi almohada es tu pecho.

Y resisto, pensándote minuto sí, minuto también.
Andando por tu barrio buscando a nadie.
Mintiéndote diciendo que me encuentro bien.
Pensando que con él te besas por estas calles.

Y como un perro abandonado, mi corazón busca dueño,
alguien que le haga ser niño, que le haga olvidar el daño.
Busca cariño, y se encuentra extraño,
pequeño ante el peligro y ante el paso de los años.

Y suspendida como el humo de ese cigarro esta mi mirada.
Olvidada en algún insospechado rincón de tu recuerdo.
Aferrada a lo que siente, mas quebrada por un quizá.
Queriendo volver atrás y curar mi corazón enfermo.
             
                                                                      Fabián  Sosa.

Poema a F.G. Lorca.

Nació en tierra morisca, un poeta, un artista.
Hijo de señoritos de la España más arisca.
Idealista, ilustrado, adelantado a su época.
Músico y poeta, lo llevaba en su genética.

Entre métricas y rimas alzó un canto a Libertad.
Sensaciones reprimidas, luchando por escapar.
Y en el fondo de ese mar, y en lo jondo de ese canto,
con el alma casi rota de traición cruzó aquel charco.

Sin embargo, fue un dramaturgo que amaba el mundo,
y a su patria por encima de sus prejuicios absurdos.
Revolucionario, víctima de la guerra civil
que murió junto a sus versos frente al cañón del fusil.

En un ambiente hostil Granada amanece.
Tras el eco del disparo, el silencio la estremece…
                              
                                                                              Fabián Sosa.