Nació en tierra morisca, un poeta, un artista.
Hijo de señoritos de la España más arisca.
Idealista, ilustrado, adelantado a su época.
Músico y poeta, lo llevaba en su genética.
Entre métricas y rimas alzó un canto a Libertad.
Sensaciones reprimidas, luchando por escapar.
Y en el fondo de ese mar, y en lo jondo de ese canto,
con el alma casi rota de traición cruzó aquel charco.
Sin embargo, fue un dramaturgo que amaba el mundo,
y a su patria por encima de sus prejuicios absurdos.
Revolucionario, víctima de la guerra civil
que murió junto a sus versos frente al cañón del fusil.
En un ambiente hostil Granada amanece.
Tras el eco del disparo, el silencio la estremece…
Fabián
Sosa.
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